Aproximaciones al ensayo – Manuel Espinoza Orellana

Sabemos que hay un juego imaginativo del concepto que tiene ocasión en la fragmentidad de todo pensar. El conocimiento es un modo de la mirada, un color que tiñe imperceptiblemente la silueta del mundo, ¿es acaso permisible hablar de nivel? pero todo nivel es rebasado o se hace inalcanzable, y se da una comprobación dispuesta a caer en el deshecho, en la escoria que el tiempo, fantasma él mismo, pulveriza en la sombra de su mirada. Al fin, ¿qué se pide al lenguaje?

Pascua en Nueva York – Blaise Cendrars

La siguiente traducción ha sido encontrada hace muchos años en la venta de un anticuario por uno de nuestros editores. Lamentablemente, la pequeña plaquette no acusa editorial ni traductor. A pesar de ello, hemos tenido el afán de compartirla, ya que se ofrece como una versión que nos permite volver a visitar la grandeza del límpido verso de Cendrars.

Un tigre en la casa persiste – Eduardo Lizalde

Lizalde nos dejó a mediados del año presente, es cierto, pero sus textos, contrariando algunas de sus líneas, perdurarán entre nosotros. Este es nuestro sentido homenaje.

Huida y fin de Joseph Roth – Soma Morgenstern

En la ciudad de Brody, donde nació, había un colegio de lengua alemana. Esa fue una ventaja para Roth cuando decidió escribir en alemán. Pero también fue una desventaja, porque se mantuvo apartado de las dos lenguas del país. No dominaba el polaco ni el ucraniano. De ellos entendía tanto como su madre, o sea, no mucho. Si no hubiera perdido a su padre, seguramente habría crecido de forma natural en la literatura en yiddish, que era su lengua familiar. Porque el alemán sólo podía hablarlo con sus compañeros de colegio. Como ignoraba la lengua del país, él mismo se encerró en un gueto lingüístico y así se hizo extraño a su patria, como uno de esos piadosos doctos ortodoxos que han conseguido no aprender jamás la lengua del país.

Prólogo a «El llamado del mundo» (1971) de Pedro Prado – René de Costa

La difuminación de la imagen de Prado que actualmente presenciamos se debe, en gran parte, al hecho de que la crítica ha encasillado erróneamente al autor solo como novelista y sonetista. Y una consecuencia directa de este encasillamiento es que con cada revaloración de estos géneros el autor de Alsino y de algunos admirables libros de sonetos ha ido perdiendo su lugar original entre los grandes creadores de la literatura chilena.

La historia del mundo in nuce, ad usum Delphini – Arno Schmidt

Porque los hombres habitualmente no razonan obedeciendo las leyes de la razón. Al contrario: su manera innata y general de ser razonables es la siguiente: ir de lo particular a lo general, sacar conclusiones erróneas de acontecimientos percibidos de forma fugaz y unilateral, y confundir constantemente las palabras con los conceptos, y los conceptos con las cosas. En los acontecimientos más frecuentes y más importantes de la vida, la gran mayoría —digamos 999 sobre 1.000— basa sus juicios en las primeras impresiones sensoriales, en los prejuicios, pasiones, caprichos, fantasías, humores, combinaciones fortuitas de palabras y representaciones en sus cerebros, aparentes similitudes y sugestiones secretas producto de la toma de partido por ellos mismos, todo lo cual hace que a cada rato tomen por caballo al propio asno y por asno al caballo de otro hombre.

Dos versiones bíblicas: Berlín Alexanderplatz (1929)- Alfred Döblin

Y hay una montaña y el viejo se levanta y dice a su hijo: ven conmigo. Ven conmigo, dice el viejo a su hijo y echa a andar y el hijo echa a andar con él, anda tras él hacia la montaña, subiendo, bajando, montañas, valles. ¿Cuánto falta, padre, aún?

Un Odiseo trastocado | Gilbert Highet

Jean Giono, en su Nacimiento de la Odisea (1938) cuenta la historia del regreso de Odiseo a su hogar. Sitúa la escena en un fértil ambiente campestre y pinta al héroe mismo como un embustero nervioso y ya cerca de la vejez [...]

Algunos poemas de Luis Oyarzún

La poesía de Luis Oyarzún es, ciertamente, un paraje desconocido en el vasto océano de nuestra tradición poética. Emergidos sus primeros versos durante la década de los 50, la experiencia vital que canta Oyarzún se sostiene en tres arcos compositivos que configuran, finalmente, una apuesta estética delicada, asombrosa y cautivadora. En primer término, cabe contemplar…