2 poemas de W. H. Auden
Traducción de Paula Baldwin
Los poemas presentados a continuación corresponden a los libros City Without Walls and Other Poems (1969) y Nones (1952), respectivamente, del poeta Wystan Hugh Auden. La traductora ha desarrollado dos textos sobre el poeta en cuestión: El lenguaje de los pájaros en la poesía de W. H. Auden y de Juan Luis Martínez: un encuentro con la soledad y el silencio (capítulo enmarcado en el libro Remontar el vuelo. Aves en la poesía británica y latinoamericana de los siglos XIX y XX) y “And the angel will not come”: W. H. Auden and the Paradox of Poetic Language”.
LENGUAJE DE PÁJAROS
Intentando comprender las palabras
Pronunciadas en todos lados por los pájaros,
Reconozco en lo que escucho
Sonidos que presagian temor.
Pensaba que algunos de ellos, estoy seguro, deben
Representar rabia, bravatas, lujuria,
Todas las demás notas que las aves emplean
Suenan como sinónimos de gozo.
SUS SOLITARIOS SUPERIORES
Mientras escuchaba desde una silla de playa a la sombra
Todos los ruidos que hacía mi jardín,
Me pareció de lo más apropiado que las palabras
Deban ser negadas a las plantas y a las aves.
Un petirrojo sin nombre cristiano
Cantó su himno que era todo lo que sabía,
Y las susurrantes flores aguardaban a que un tercero
Decidiera qué pares, si alguno, debían aparearse.
Ninguno de ellos era capaz de mentir,
Ni uno había que supiera que estaba muriendo,
O que pudiera con un ritmo o una rima
Asumir la responsabilidad del tiempo.
Que dejen el lenguaje a sus solitarios superiores
Que cuentan algunos días y añoran ciertas cartas;
Nosotros también hacemos ruidos cuando reímos o lloramos:
Las palabras son para aquellos con promesas que cumplir.
BIRD-LANGUAGE
Trying to understand the words
Uttered on all sides by birds,
I recognize in what I hear
Noises that betoken fear.
Thought some of them, I’m certain, must
Stand for rage, bravado, lust,
All other notes that birds employ
Sound like synonyms for joy.
THEIR LONELY BETTERS
As I listened from a beach-chair in the shade
To all the noises that my garden made,
It seemed to me only proper that words
Should be withheld from vegetables and birds.
A robin with no Christian name ran through
The Robin-Anthem which was all it knew,
And rustling flowers for some third party waited
To say which pairs, if any, should get mated.
Not one of them was capable of lying,
There was not one which knew that it was dying
Or could have with a rhythm or a rhyme
Assumed responsibility for time.
Let them leave language to their lonely betters
Who count some days and long for certain letters;
We, too, make noises when we laugh or weep:
Words are for those with promises to keep.