«Al pie de la letra terca»: cinco poemas de Enoc Muñoz
Enoc Muñoz (Curepto, Chile, 1970) ha publicado hasta ahora tres libros de poemas Pájaros lágrimas (1996), Llegar y laberinto (1997) y El jardín del mirlo (2002). En esta poesía encontramos un lenguaje que devela, fundamentalmente, una actitud contemplativa que lleva el movimiento de su propia fuerza gravitatoria y expresiva hacia la proximidad de las cosas. Utensilios, imágenes, recuerdos, vestigios silentes de la percepción que, a su vez, son instancias aclaradoras de una realidad supuestamente dada. Pero el poema en Muñoz no es un mero receptáculo de impresiones. En un ambiente de apariencia enrarecida, en sus poemas se vislumbran signos traídos por la palabra misma para provocar, con su sola presencia, su aparición cuestionadora: una imposible cartografía del silencio y una fina intensidad de lo que es la mirada sobre las cosas y su entorno.
Los poemas acá presentados pertenecen a su libro Alrededor en el corazón (2022) que acaba de ser publicado y que reúne poemas escritos entre 2000 y 2005.
-49 Escalones
Nada pendiente
Nos engañamos otra vez
Nada que descifrar
Ningún señuelo
Ninguna visita
Nada trajo una prenda
Nada pendiente
Como madera apolillada
en el hoyo del sillón
Lo prometo
Ningún engaño
Pese al latido
y al polvo de los caminos
Los perros no ladraron
La promesa
Quizás
Es que se trata de una ilusión
De un minuto de silencio
para asustar a los gorriones
que vienen a llevarse las semillas
De forcejear con la lengua materna
Con el juramento postrero de la escarcha
en el paso en falso de las aguas pedregosas
De empujar la neblina
hacia el otro lado del puente
que llevó la última crecida
En medio de tanto
En medio de tanto
los oídos no pestañean
Palpitan
Se dirigen a su madriguera
Pero en el silencio
en silencio
se están pudriendo muchas cosas
Señales
En el rumbo de la neblina
la paloma mensajera
expira el brote
hacia el hueco de ti
Entre ayer y mañana
aquí dejó el niño
sin hacer ruido
la flauta que soplara
Por el camino de la arena
un suspiro deja ir su cansancio
Se queda la caracola
frente al mar
Con fiesta de pájaros
De quién es la gratitud
de este trazo
Del pincel hasta el hombro
que aprieta los músculos del cuello
En la ele
una madre vela a su hija dormida
Y en el ángulo
se angostan los torrentes
que van y vienen
entre las sombras de ayer y mañana
Una madre vela a su hija dormida
Y en la piedra avanza
un jadeo de olas
que cae por su propio peso
Al pie de la letra terca
Sepultado
entre marea y marea
el monumento con fiesta de pájaros
