María Antonieta Flores. (Caracas, 1960). Es poeta, ensayista, Magister en Literatura Latinoamericana. Desde 1991 hasta la fecha, ha publicado quince libros de poesía. Su obra está incluida en más de veinte antologías nacionales e internacionales. Su obra ha sido reconocida por cuatro premios y dos menciones de carácter nacional, ha sido traducida a seis idiomas. Recibió el Honor prizes (for complete work) Naji Naaman’s Literary Prizes (Líbano). Es editora y fundadora de la revista digital de poesía el cautivo http://elcautivo.net/, creada en 2004. Sus publicaciones más recientes son: las conductas discretas (El Taller Blanco, 2020) y los gozos del sueño (OT editores, 2021). De este último libro han sido tomados los poemas que aquí se presentan.
un sueño con costuras
caminaban tres espíritus del orden
en el sabor del romero
tres cruces sobre mi frente
hechas con pulso firme
mis dedos permanecen en la vigilia
tres sorbos con obediencia
para regresar al sueño
normal
como un sorbo de té verde
como decir buenos días
comencemos a trabajar
este es el sueño
mientras escribo este poema
tres varas de sándalo
una amenaza cruza las horas
mi frente lastimada
gotea una palabra esdrújula
un camino alumbrado por fogatas
la madre de mi madre
ha lavado mis olvidos
todos se esconden
la lluvia se ha disipado
en las orillas clamores
cruces blancas y grises en el camino
a los siete años me nacía el asombro
cuando el faro del carro iluminaba esa curva
con una cruz blanca en el borde
al pie de las cruces
los que murieron saludan
con un lento movimiento
la mano alzada
penar es oficio antiguo
casitas en las orillas del camino
saludan con flores de muerto
no des chance a lo hiriente
mira en tus manos las marcas
las quemaduras las espinas del jardín
la uña lastimada por el cuchillo
su oficio de araña trepadora
escucha sus quejas
son las tuyas
cuántas veces por callar
o por hablar
llegaron los agravios
cuántas más heridas fueron por consentimiento
mira ahora tus ojos
los bordes de piel que los protegen
las tantas veces que cerraste la mirada
y te engañaste
ahora hazte promesa
deshaz la historia
acuéstate sobre la suavidad del horizonte
vuelve a nacer
con nuevas palabras
con la fiereza de quien se ama
pretendíamos sin imaginar
una intersección de besos
abrazos y lenguas
la asfixia de la bruma
un corazón con latido desordenado
un tropiezo tan rápido
como el aleteo de los colibríes
o una burbuja de jabón
sostenida por veinte años en el lugar de los milagros
hoy nos miramos con razón plena
volvimos a aquella cama
yo para decir te amo
tú para callar ante la llama sin doblez
mandas tú sobre el silencio
los gozos del sueño
han llegado como espinas encendidas
para el fulgor de las noches
sólo aguardan el día que brota de los acantilados
porque todo es caminar entre la vigilia y el sueño
transcribir las señales
escuchar cada paso que se adentra en la incógnita de las alas
el vuelo suspendido en los límites del alba
allí empieza todo
somos la alborada
el canto que despliega un ave perdida en medio de la luz
así nacen los sueños
como las llamaradas
y sus brasas caen sobre mi cabeza
una y otra vez cada día
a veces cenizas otras veces candelas
con una palabra
para hacernos abrazos
es la dicha cavada en las líneas de mis manos
a veces candelas otras veces cenizas
con el silencio
porque tú y yo estamos en los gozos
para secreta alegría