II

O meu olhar é nítido como um girassol.
Tenho o costume de andar pelas estradas
Olhando para a direita e para a esquerda,
E de vez em quando olhando para trás…
E o que vejo a cada momento
É aquilo que nunca antes eu tinha visto,
E eu sei dar por isso muito bem…
Sei ter o pasmo essencial
Que tem uma criança se, ao nascer,
Reparasse que nascera deveras…
Sinto-me nascido a cada momento
Para a eterna novidade do Mundo…

Creio no Mundo como num malmequer,
Porque o vejo. Mas não penso nele
Porque pensar é não compreender…
O Mundo não se fez para pensarmos nele
(Pensar é estar doente dos olhos)
Mas para olharmos para ele e estarmos de acordo…

Eu não tenho filosofia: tenho sentidos…
Se falo na Natureza não é porque saiba o que ela é,
Mas porque a amo, e amo-a por isso,
Porque quem ama nunca sabe o que ama
Nem sabe porque ama, nem o que é amar…

Amar é a eterna inocência,
E a única inocência é não pensar…

II

Mi mirada es nítida como un girasol.
Tengo la costumbre de andar por los caminos
mirando a la derecha y a la izquierda,
y de vez en cuando mirando hacia atrás…
Y lo que veo a cada momento
es aquello que nunca había visto antes,
y desde luego me doy cuenta de ello…
Sé tener el pasmo esencial
que tiene un niño si, al nacer,
repara de veras que nacía…
Me siento nacido a cada instante
para la eterna novedad del Mundo…

Creo en el Mundo como en una margarita,
porque lo veo. Pero no pienso en él
porque pensar es no comprender…
El Mundo no fue hecho para que lo pensáramos
(pensar es estar enfermo de los ojos)
sino para mirarlo y estemos de acuerdo…

Yo no tengo filosofía: tengo sentidos…
Si hablo de la Naturaleza no es por saber lo que ella es,
sino porque la amo, y la amo por eso,
porque quien ama nunca sabe lo que ama
ni sabe por qué ama, ni lo que es amar…

Amar es la inocencia eterna
Y la única inocencia es no pensar…

pessoa2

XVI

Quem me dera que a minha vida fosse um carro de bois
Que vem a chiar, manhaninha cedo, pela estrada,
E que para de onde veio volta depois
Quase à noitinha pela mesma estrada.

Eu não tinha que ter esperanças — tinha só que ter rodas…
A minha velhice não tinha rugas nem cabelo branco…
Quando eu já não servia, tiravam-me as rodas
E eu ficava virado e partido no fundo de um barranco.

XVI

Ojalá mi vida fuese un carro de bueyes
que viene a rechinar por el camino, en la mañanita temprano,
y que de donde vino regrese después
casi al anochecer por el mismo camino.

Yo no tenía que tener esperanzas — sólo tenía que tener ruedas…
Mi vejez no tenía arrugas ni cabello blanco…
Cuando yo ya no sirviera, me quitarían las ruedas
y quedaría volcado y partido en el fondo de un barranco.

XLVIII

Da mais alta janela da minha casa
Com um lenço branco digo adeus
Aos meus versos que partem para a humanidade.

E não estou alegre nem triste.
Esse é o destino dos versos.
Escrevi-os e devo mostrá-los a todos
Porque não posso fazer o contrário
Como a flor não pode esconder a cor,
Nem o rio esconder que corre,
Nem a árvore esconder que dá fruto.

Ei-los que vão já longe como que na diligência
E eu sem querer sinto pena
Como uma dor no corpo.

Quem sabe quem os lerá?
Quem sabe a que mãos irão?

Flor, colheu-me o meu destino para os olhos.
Árvore, arrancaram-me os frutos para as bocas.
Rio, o destino da minha água era não ficar em mim.
Submeto-me e sinto-me quase alegre,
Quase alegre como quem se cansa de estar triste.

Ide, ide, de mim!
Passa a árvore e fica dispersa pela Natureza.
Murcha a flor e o seu pó dura sempre.

Corre o rio e entra no mar e a sua água é sempre
a que foi sua.

Passo e fico, como o Universo.

XLVIII

De la más alta ventana de mi casa
con un pañuelo blanco digo adiós
a mis versos que parten a la humanidad.

Y no estoy alegre ni triste.
Ése es el destino de los versos.
Los escribí y debo mostrárselos a todos
porque no puedo hacer lo contrario
como la flor no puede esconder el color,
ni el río esconder que corre,
ni el árbol esconder que da fruto.

Ahora que van lejos como en una diligencia
y yo sin querer siento pena
como un dolor en el cuerpo.

¿Quién sabe quién los leerá?
¿Quién sabe a qué manos irán?

Flor, me tomó mi destino para los ojos.
Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.
Río, el destino de mi agua era no quedar en mí.
Me someto y me siento casi alegre,
casi alegre como quien se cansa de estar triste.

Váyanse, ¡váyanse de mí!
Pasa el árbol y queda disperso por la Naturaleza.
Marchita la flor y su polvo dura por siempre.

Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre
la que fue suya.

Paso y quedo, como el Universo.

pessoa

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s