ROBERTOAl revés de lo que es posible imaginar, una tesis doctoral no pretende demostrar nada. Simplemente lee los cuatrocientos veinticuatro versos del poema, uno a uno, dejándose guiar por una pregunta fundamental: ¿quién es el hablante? y una respuesta hipotética: es un profeta que deviene mesías. No hay un enfoque teórico delimitando una lectura, sino una lectura que se adentra desprejuiciadamente por toda la vastedad del poema, dejándose interpelar por él. Con paso lento, pero firme, Roberto Onell rehace el camino creativo del poeta, descubriendo y marcando las huellas de todos sus movimientos. Pablo Neruda hizo un largo recorrido, Onell repitió incansablemente, paso a paso, muchísimas veces, el mismo recorrido. El resultado es una obra extraordinaria.

La primero que el autor nos advierte, al inicio del texto, es que la lectura de Alturas de Macchu Picchu que nos presenta ha nacido de un largo trato con el poema. Y si recordamos que haciendo una rápida referencia al efecto que le provocaba la sonoridad de: “como un río de rayos amarillos, / como un río de tigres enterrados”; Onell contó, en el acto de presentación de esta tesis doctoral publicada en formato de libro, que Alturas de Macchu Picchu lo impactó a una edad temprana escuchando la selección de fragmentos que musicalizaron y cantaron Los Jaivas; podemos fechar el inicio de ese trato en 1981, cuando Onell tenía alrededor de 6 años. Este dato nos ayuda a dimensionar la magnitud de ese diálogo que se hizo cada vez más íntimo y que es, me parece, el sólido fundamento de esta tesis. La decisión de hacer una lectura verso a verso, por ejemplo, sin duda es fruto de ese largo trato mediante el cual la sensible inteligencia de Onell —desde su particular perspectiva— se compenetró paulatina y cuidadosamente en el poema hasta comprenderlo y amarlo. Por eso no quiso someterlo una vez más a un análisis parcial, que lo limitaría a enfatizar partes o tópicos como hicieron sus predecesores; y emprendió la tarea de presentarnos una lectura pormenorizada que abarcara la totalidad del poema.

Pero, para que ese mencionado trato rinda los abundantes frutos que presenta el texto que comentamos, no basta la simple y reiterada lectura del poema. En efecto, la tesis escrita por Onell evidencia que conoce muy bien la obra de los principales poetas de Occidente. Evidencia también que conoce en profundidad toda la obra de Neruda. De otra manera no habría podido hacernos ver los antecedentes y consiguientes de un verso en la extensa obra del poeta; como hace cada vez que un verso o una imagen de Alturas de Macchu Picchu tiene semejanza o relación con versos o imágenes de poemas anteriores o posteriores del mismo poeta. Además, en el Estado de la cuestión hizo un crítico y detallado recuento de los múltiples estudios sobre la obra de Pablo Neruda, en general, y sobre Alturas de Macchu Picchu, en particular. Es decir, no sólo conoce la totalidad de la obra de Neruda, sino también la mayor parte de lo que se ha escrito sobre ella.

Sumergido en este mar nerudiano, Onell se empapó de Alturas de Macchu Picchu y disfrutó de él, como nadie. Degustó todos sus sabores, percibió todos sus colores y escuchó toda su deslumbrante música hasta distinguir con plena claridad todas sus modulaciones tonales. Por eso entiende cada alusión, percibe cada resonancia y reconoce hasta el más recóndito intertexto. Sin duda, la tesis es fruto de un largo y amistoso trato con el poema y con el mundo del poema. Gracias a esto, Onell es capaz de compatibilizar el rigor metodológico con la sensibilidad que exige la lectura del poema. La objetividad intelectual que se adentra por todos los vericuetos del poema, verso por verso y a veces palabra por palabra, paradójicamente nos hace más perceptivos al calor de la emoción, a la pasión, a la fuerza descomunal de cada verso y de cada palabra.

Es posible que el lector no especializado rehúya un volumen de cuatrocientas páginas que se presenta como una tesis doctoral editada por una prestigiosa universidad alemana con el patrocinio de una prestigiosa universidad chilena. Sin embargo, su lectura recompensará muy gratamente a quien no se deje intimidar por esa imponente presentación. Aunque el formato tiene características que lo hacen poco amigable para el lector no habituado a las rígidas formalidades académicas, vencidos los primero escollos y asumidas esas características como un código descifrado, la lectura fluye sin tropiezos.

También es posible que algunos lectores no acepten la idea de que Alturas de Macchu Picchu pueda leerse en clave cristiana y que el hablante del poema resulte ser nada menos que el Mesías. Sin embargo, la rigurosa revisión realizada por Onell concluye que ello es perfectamente posible. Por supuesto, no es la única. Pero es una lectura sólida, porque es completamente coherente con todas las peculiaridades del poema. Y es interesante ser testigo del momento en que el autor de la tesis se aleja de la conclusión a la que han llegado otras lecturas en la misma clave; para reconocer y admitir, en el propio poema, la potente voz del único que puede pronunciar lo que con pleno acierto otro crítico llamó “palabras sacramentales”: sube a nacer conmigo, hermano.

Por el valor del poema estudiado —según muchos, obra cumbre del poeta—, por el rigor y seriedad del trabajo de Roberto Onell, por la profundidad y riqueza de sus análisis, y por la lúcida laboriosidad con que agudiza nuestra sensibilidad ante cada uno de los versos; me parece que esta tesis es un enorme aporte a todos los interesados en la crítica literaria, en Alturas de Macchu Picchu, en la poesía de Neruda, en la poesía latinoamericana y en la poesía en general.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s